Todo surgió en un momento, sin que pudiera esperármelo. Me dispongo a ir un fin de semana a una acampada de las que denominan “de aventura”. Por lo tanto, me proponen sin consejo alguno, que guarde en la ya abultada mochila alguna linterna para iluminación y, también muy importante, para señalización.  Sin dudarlo contacto, como es habitual, con mi consejero y como siempre me hace algunas preguntas y me da un consejo practico de inicio: